01. Nuestra Bodega // Bodega

LA BODEGA,
UNA RELIQUIA
HISTÓRICA

La Bodega está ubicada en Luján de Cuyo, Provincia de Mendoza, a 20 minutos de la Ciudad de Mendoza. El edificio es una de las pocas reliquias de la antigua Mendoza, construido en 1901 por quien fue Gobernador de Mendoza, Agustín Álvarez.

Federico Benegas Lynch compra esta bodega en 1999 realizando una ardua labor de restauración de 5 años, manteniendo su diseño original, con paredes de adobe y piletas de cemento, a la que se le incorporó la nueva tecnología de frío y calor.

HISTORIA, NATURALEZA Y TECNOLOGÍA EN POS DE ELABORAR GRANDES VINOS

 

Las piletas se agiornaron con pintura epoxi, material absolutamente inerte, se les cambiaron las puertas por unas de acero inoxidable al igual que las cañerías y se les incorporó el sistema de frío – calor. En el área de elaboración contamos con 80 piletas de cemento, de entre 2000 y 20.000 litros. La capacidad total es de 800.000 litros, aunque en la actualidad se usa solo una parte con el objetivo de llegar a usar toda la capacidad en el futuro. Producimos 50 mil cajas por año, de los cuales exportamos el 80%.

PASIÓN

La Bodega representa la esencia más pura de la Provincia de Mendoza, la pasión por la historia y la tradición son claves para elaborar cada uno de los vinos Benegas.

Las piletas de concreto son lo mejor para la conservación de la temperatura de los mostos y los vinos. También se incorporaron huevos de concreto de 3000 litros para hacer vinificaciones de los sectores especiales de las fincas propias. La cava es original de piedra, de 10 mts de profundidad, 10 mts de ancho y 80 mts de largo, que mantiene una temperatura baja, fresca en forma natural con sólo 3 grados de diferencia entre invierno y verano.

La humedad se mantiene en un 60 a 70% y la temperatura varía lentamente de 13o C en invierno a 17oC en verano de manera natural por lo que no se ionisa la atmosfera. La capacidad de estiba de barricas de 225 L. es de 1.200 unidades. Actualmente contamos con 350 barricas y todos los años vamos incorporando más, siempre de roble francés.
Asimismo, antiguas piletas de cemento subterráneas fueron remodeladas y son hoy nuestro espacio para estibar 120.000 botellas, permitiendo la evolución del vino hasta estar listas para salir al mercado.

La bodega está decorada con ponchos, que fue recolectando Federico a través de sus viajes por la república, tejidos por artesanas que hilaban y usaban telares manuales. La nave sur de 40 metros de largo, con una mesa de 10 metros, hecha de tablones de una sola lonja, tiene también una parrilla de 7 metros y evoca toda la tradición criolla de Mendoza.